Es sin duda la más importante de las ingestas de alimentos que
hacemos a lo largo del día. Es el combustible inicial para empezar a
funcionar con energía y no perder la concentración. Sin embargo,
la mitad de la población desayuna mal o ni tan si quiera lo hace,
directamente se lo salta.
Un desayuno saludable es aquel que aporta en torno al 25% de las calorías que consumimos a lo largo del día. Pero son muchos los que inician el día con un simple café. A buen seguro andarán luego con la glucosa como loca, cansados y sin poder concentrarse, incluso cómo no, hasta con hambre.
Lo recomendable es hacer un desayuno y una media mañana para repartir las calorías y que los niveles de azúcar en sangre sean estables. El desayuno debe incluir alimentos de los cuatro grupos básicos. Lácteos, cereales, frutas, azúcares y algo de grasas.
¿Por qué desayunar?
1-Mejora el rendimiento físico e intelectual. Si no desayunas el organismo pone en marcha mecanismos para mantener los niveles de glucosa en sangre. Desciende la insulina y aumenta el cortisol. Estos cambios alteran, condicionan e influyen en nuestro rendimiento.
2-Reduce el riesgo de que aumente el colesterol
3- Mejora tu estado nutritivo, varios estudios apuntan a que quien desayuna mal suelen tener una dieta de peor calidad. Con más grasas y menos hidratos y fibra de lo necesario.
4- Controlas mejor tu peso. Científicos de reconocido prestigio advierten que está demostrado que la grasa corporal disminuye al aumentar el porcentaje de calorías en el desayuno.
5- Permite un mejor reparto de la energía. Fraccionando la ingesta de alimentos en 4 o 5 comidas evitas sobrecargar las mismas de calorías y un mejor reparto la energía durante tu jornada.
Invertir 20 minutos de tu mañana en un desayuno saludable te ayudará a mejorar en tus entrenamientos, te hará más feliz y rendirás más.
Mi propuesta:
- Una taza de leche, un yogur o un trozo de queso
- Un tazón de cereales o una rebanada de pan con aceite de oliva virgen
- Y un zumo o una pieza de fruta.
Un desayuno saludable es aquel que aporta en torno al 25% de las calorías que consumimos a lo largo del día. Pero son muchos los que inician el día con un simple café. A buen seguro andarán luego con la glucosa como loca, cansados y sin poder concentrarse, incluso cómo no, hasta con hambre.
Lo recomendable es hacer un desayuno y una media mañana para repartir las calorías y que los niveles de azúcar en sangre sean estables. El desayuno debe incluir alimentos de los cuatro grupos básicos. Lácteos, cereales, frutas, azúcares y algo de grasas.
¿Por qué desayunar?
1-Mejora el rendimiento físico e intelectual. Si no desayunas el organismo pone en marcha mecanismos para mantener los niveles de glucosa en sangre. Desciende la insulina y aumenta el cortisol. Estos cambios alteran, condicionan e influyen en nuestro rendimiento.
2-Reduce el riesgo de que aumente el colesterol
3- Mejora tu estado nutritivo, varios estudios apuntan a que quien desayuna mal suelen tener una dieta de peor calidad. Con más grasas y menos hidratos y fibra de lo necesario.
4- Controlas mejor tu peso. Científicos de reconocido prestigio advierten que está demostrado que la grasa corporal disminuye al aumentar el porcentaje de calorías en el desayuno.
5- Permite un mejor reparto de la energía. Fraccionando la ingesta de alimentos en 4 o 5 comidas evitas sobrecargar las mismas de calorías y un mejor reparto la energía durante tu jornada.
Invertir 20 minutos de tu mañana en un desayuno saludable te ayudará a mejorar en tus entrenamientos, te hará más feliz y rendirás más.
Mi propuesta:
- Una taza de leche, un yogur o un trozo de queso
- Un tazón de cereales o una rebanada de pan con aceite de oliva virgen
- Y un zumo o una pieza de fruta.

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